Como mencionamos en nuestra última entrada al blog, lo
prometido es deuda, aquí tenéis nuestro viaje a las minas del Río Tinto y
Aracena.
El viaje lo realizamos el pasado 6 y 7 de mayo, comenzando la salida desde Macael hacia Río Tinto. Después de una rápida y breve comida, iniciamos nuestra primera visita al pueblo de Aracena, donde primeramente visitamos su centro de interpretación y gabinete geominero, donde nos encontramos con una pequeña representación de un tipo de mármol de nuestro pueblo.
Seguidamente nos dirigimos a la Gruta de las Maravillas,
unas cuevas subterráneas originadas por la erosión del agua sobre las rocas
calizas, con unos bonitos lagos, columnas formadas por la unión de estalactitas
y estalagmitas, coladas, cortinas listadas, etc. Todo ello formado con el lento
paso de los siglos.
Aquí os dejamos un par de fotos para que podáis apreciar su
interior y sus bonitas formaciones
El grupo a la entrada
de la gruta
A continuación nos dirigimos hacia el museo del jamón, donde
pudimos conocer su centro de interpretación, vimos un vídeo del proceso de crianza
del cerdo y la posterior elaboración del jamón, finalizando con una pequeña
degustación.
Al día siguiente, a primera hora visitamos el museo minero
de Río Tinto, donde nos recibió un miembro de la fundación, el cual nos dio una
charla sobre la creación y el desarrollo de la “Fundación Río Tinto”.
Seguidamente, comenzamos nuestro recorrido por el museo,
donde pudimos conocer su historia,
cultura y apreciar la conservación de sus restos históricos.
Desde allí nos desplazamos a las minas, haciendo una pequeña
parada en una típica casa inglesa de época, ya que fueron los ingleses los
primeros en la explotación minera. Es importante resaltar el buen estado de
conservación de la misma.
Para acceder a la mina “Peña del Hierro” atravesamos una
antigua galería por donde pasaba el tren y cuyo destino final era adentrarnos en el corazón de la mina. Allí nos sorprendió el gran lago rodeado de la cantera, donde se apreciaba las diferentes
tonalidades de colores de ésta, debido a los diferentes minerales que la
componen (oro, plata, azufre, hierro y cobre).
Seguidamente hicimos un bonito recorrido a lo largo del Río Tinto en un antiguo tren restaurado para uso turístico, a través del cual pudimos visualizar las
diferentes explotaciones que componen la mina desde diferentes perspectivas.
A cerca del llamativo color de este río, nuestra guía nos comentó una curiosidad: que aunque siempre se ha creído que el color rojizo provenía del hierro presente en el terreno y de que no podía haber vida dentro del río, recientemente diversos estudios científicos han descubierto que esto es debido a la existencia de microorganismos que obtienen su energía para vivir a
partir de la oxidación de materias inorgánicas (lo que se conoce como
organismos litotróficos).
Finalmente podemos decir que éste viaje ha sido muy
productivo, ya que gracias a él hemos podido resolver algunas dudas y adquirir
conocimientos para el futuro desarrollo del turismo industrial en nuestro
municipio.
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